IVAN S.A. cuenta con la
tecnología de ultima generación y los insumos necesarios y de la misma
calidad para realizar este tipo de trabajos
Una pasarela
panorámica para el Gran Cañón del S. XXI" utiliza SentryGlas® Plus por
su resistencia, ligereza y transparencia.

El suelo de una
sobrecogedora pasarela enteramente de vidrio laminado con una
proyección de 21,34 m sobre el Gran Cañón utiliza la capa intermedia
de DuPont SentryGlas® Plus por su gran transparencia óptica y porque
la capa intermedia fue estimada la opción más segura para aplicaciones
de vidrio laminado con cantos expuestos al aire libre al aguantar muy
bien la intemperie en todos los climas. El uso de la capa intermedia
estructural de DuPont también significaba que el suelo podía ser
sumamente delgado y ligero, una característica muy útil en la fase de
construcción del proyecto.
Esta elegante pasarela de 2,8 m de ancho, en forma de U, con
barandillas de 1,4 m de altura, también de vidrio laminado, es el
fruto de una asociación entre la tribu de nativos americanos Hualapai
y el empresario de Las Vegas David Jin. El equipo de diseño incluye
los arquitectos MRJ Architects, de Las Vegas y Lochsa Engineering LLC.
El vidrio fue manufacturado en Alemania por Saint-Gobain y el acero
por Mark Steel, de Utah (EE.UU.).
Mark R. Johnson, director de MRJ Architects, dijo a LGN: "Queríamos
que los visitantes experimentaran este grandioso paraje natural
americano como no se había experimentado nunca. El Gran Cañón tiene
1.220 m de profundidad, 4,8 km de ancho y 161 km de largo; la pasarela
ofrece sobrecogedoras vistas, horizontales y verticales, del río
Colorado. La pasarela de vidrio laminado brindará una paz perfecta
para que los visitantes puedan meditar sobre la belleza del Gran
Cañón; experimentarán una increíble sensación de estar flotando ‘sin
apoyo’ en el aire, de libertad total.

Nuestro propósito de diseño para esta pasarela de vidrio en voladizo,
compartida con la tribu Hualapai, era ofrecer al visitante una
experiencia parecida a la del águila americana en pleno vuelo.
Quisimos hacer una pasarela para el Gran Cañón del siglo XXI y
esperamos que todos los viajeros deseosos de visitar los parques
naturales americanos lo incluyan en su itinerario.
"Con estas ambiciones en mente, nuestra principal preocupación era que
la pasarela de vidrio, sin apoyos visibles, fuera completamente segura
para los visitantes. Extensos cálculos y ensayos llevados a cabo por
DuPont, Saint-Gobain y los ingenieros estructurales de Lochsa
Engineering demostraron que el suelo de vidrio laminado con la capa
intermedia estructural SentryGlas® Plus, que se proyecta desde el
acantilado occidental del Gran Cañón, puede aguantar el peso de hasta
120 personas con un factor de seguridad de 10, incluso con cargas por
viento de hasta 80 psf.

Aunque el suelo de vidrio laminado con la capa intermedia estructural
SentryGlas® Plus tenga 54,1 mm de grosor, resulta perfectamente
transparente." Francis Serryus, director de proyecto y marketing de
Saint-Gobain Glass Exprover, con sede en Bruselas, dijo: "El piso
portante de vidrio es una construcción multilaminada de vidrio
endurecido bajo en hierro Saint-Gobain Diamant®, con cuatro capas
intermedias estructurales de SentryGlas® Plus de 1,52 mm de grosor
cada una. El vidrio del suelo mide 109 x 280 cm y es sostenido en el
lado corto por un sistema de anclajes fijados en vigas de acero de 81
x 183 cm. Hay un espacio transparente de 142 cm entre cada viga que
permite las vistas hacia abajo. La cara superior es de vidrio Saint-Gobain
Lite-Floor® con revestimiento antideslizante en la zona de paso.

Elegimos SentryGlas® Plus por sus propiedades mecánicas que
permitieron la construcción más delgada posible para los considerables
requisitos de cargas del proyecto. También influyó la estabilidad de
sus bordes, un factor clave en aplicaciones con cantos abiertos a la
intemperie. Y finalmente, SentryGlas® Plus utilizado en combinación
con el vidrio bajo en hierro Saint-Gobain Diamant® ofrece una gran
transparencia óptica ya que el objetivo era proporcionar las más
asombrosas vistas sobre el Gran Cañón."
Chicago desafía la
ligereza del vidrio
 
Para apreciar verdaderamente
cómo puede utilizarse el vidrio estructuralmente, sólo necesita
dirigirse al número 233 Sur de la calle Wacker Orive, en el centro
de Chicago. Más precisamente, suba a 412 metros por encima de la
calle, al piso 103 de la Torre Sears. Una vez allí, dé unos cuantos
pasos hacia la pared occidental, donde la fachada ha sido
eliminada. Luego dé otro paso, más allá de la orilla.
Se encontrará en un piso de
vidrio, suspendido sobre la acera a poco menos de 500 metros de
distancia. Si no puede soportar ver hacia abajo más allá de sus
pies, cambie su mirada hacia el frente o hacia arriba —las paredes
también son de vidrio, al igual que el techo. Ha entrado en una caja
transparente, una de cuatro que sobresalen poco más de un metro de
la torre, colgando de vigas de acero en cantilever sobre su cabeza.
Las paredes de cristal están conectadas a las vigas y al piso de
cristal, con tornillos. Sin embargo, lo que realmente lo salva de
la muerte es el mismo vidrio.
 
Las cajas, inauguradas hace
poco como parte de una extensa renovación de la plataforma de
observación de la torre, figuran entre los proyectos más recientes y
más extravagantes que utilizan el vidrio como elemento portador de
carga. Sin embargo, todas las estructuras de vidrio contienen por lo
menos un poco de audacia, como si estuvieran respondiendo
desafiantes al "No se puede hacer eso con vidrio, ¿verdad?".
Sí se puede. Los ingenieros,
arquitectos y fabricantes, ayudados por científicos de materiales y
diseñadores de software, hoy construyen fachadas altísimas, toldos
arqueados y cubos, puentes peatonales y escaleras delicadas, casi
enteramente de vidrio. Laminan el vidrio con polímeros para hacer a
las vigas y otros componentes más fuertes y más seguros (cada una de
las hojas de la Torre Sears es un sandwich de cinco capas) y
analizan cada centímetro cuadrado de un diseño para cerciorarse de
que los esfuerzos estén dentro de límites precisos. Además,
experimentan con nuevos materiales y métodos que, algún día,
podrían llevar a estructuras de vidrio que no estén marcadas por el
metal u otros materiales.

En el proceso, nos hemos
dado cuenta de una cosa. "El vidrio es simplemente otro material
más", dijo John Kooymans, de Halcrow Yolles, firma de ingeniería,
que diseñó las cajas de la Torre Sears.
Es un material que tiene
milenios de existir. Aunque el vidrio puede hacerse de incontables
maneras para tener cualquier número de usos específicos (conducir
luz como fibras, por decir, o servir como respaldo para circuitos
electrónicos, como en la pantalla de una laptop), los proyectos
estructurales utilizan casi exclusivamente vidrio de soda-cal,
elaborado, como siempre lo ha sido, principalmente de carbonato de
sodio, caliza y sílice.

A diferencia del acero u
otros materiales, el vidrio no se deforma ni da advertencia por
anticipado de la falla. Si se presenta la rotura, es de suma
importancia mantener la integridad de la estructura, para que la
gente que está arriba o abajo de ella, esté a salvo.
Allí es donde entra la
laminación. En un proyecto típico, las hojas de vidrio son unidas
con delgadas entrecapas de polímero. Éstas añaden fuerza y, si una
de las capas de vidrio se rompe, mantiene unida a la estructura, y
evita que caigan los pedazos. |