LAMINADOS
Un vidrio más
inteligente previene accidentes y robos
La nueva apuesta es que se incluya este tipo de vidrio resistente
en todas las construcciones que se realicen en el país.
El vidrio laminado evita que los niños sufran heridas o
cortaduras.
Típico es que en los cumpleaños los más pequeños entran y salen
por el ventanal. Hasta que los padres cierran los ventanales,
alguno que no se da cuenta, choca, quiebra los vidrios y queda
herido.
El problema se evitaría si los ventanales contaran con vidrio
laminado, un cristal que no se quiebra, sólo se triza.
Al quebrarse un vidrio común y corriente las astillas son
guillotinas o cuchillos que cortan lo que tocan. En el caso del
laminado te puedes golpear, te va a salir un chichón, pero nunca
te va a caer una astilla.
A prueba de martillazos
Este vidrio es una especie de sandwich donde las capas son dos
cristales comunes; al medio va una lámina de polivinil butiral (PVB),
un polímero ultrarresistente y de gran elasticidad. Es esta lámina
la que le da resistencia.
Si el cristal sufre un impacto, los pedazos de vidrio quebrados,
permanecen adheridos al PVB, por lo que es imposible que impacten
a alguien.
A pesar de que hace 15 años se está utilizando en parabrisas de
autos, buses o camiones, no es un material que se ocupe en los
hogares. En países desarrollados las leyes de construcción dicen
que en determinados elementos se tiene que utilizar este tipo de
vidrios.
Su diseño le permite, además, proteger contra robos. Garantiza su
efectividad contra herramientas como un martillo, una piedra, un
ladrillo y todo tipo de elementos convencionales que utilizan los
ladrones.
También es un elemento eficaz en el control acústico, debido al
alto rendimiento amortiguador de la transmisión de sonidos y tiene
una filtración ultravioleta que reduce el desvanecimiento del
color en las telas.
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